Para vivir en armonía en la sociedad, es necesario que existan ciertas reglas. Nuestra convivencia sería caótica si no tuviéramos derechos y deberes que seguir, y normas que digan lo que es legal e ilegal, ¿verdad?
Si no fuera así, cada uno podría hacer lo que quisiera sin sufrir ningún tipo de consecuencia, poniendo en riesgo la paz social. Los responsables de crear las leyes en el país son el Poder Legislativo. Muy probablemente ya has oído hablar de él.
Es uno de los tres poderes que sustentan el sistema político democrático argentino y desempeña un papel esencial en la elaboración y revisión de leyes.
Así, entender cómo funciona el Poder Legislativo y su estructura es fundamental para comprender la política y el proceso de gobernanza en el país. Y es exactamente en esto en lo que Politize! te ayudará a entender en este texto.
Evolución histórica del Poder Legislativo
Para hablar sobre el Poder Legislativo en Argentina, es importante saber cuándo y cómo surgió. Esto ocurrió con el fin del período colonial, es decir, después de su independencia impulsada por la Revolución de Mayo de 1810.
La independencia se dio oficialmente en 1816 y fue a partir de ese momento que el país comenzó a desarrollar sus propias instituciones políticas.Con esto, se puede decir que se formó un incipiente Congreso Nacional con la tarea principal de elaborar una Constitución para el país.
Sin embargo, la promulgación de la primera Constitución de Argentina ocurrió recién en 1853. Inspirada en la Constitución de los Estados Unidos, estableció por primera vez la división de poderes y determinó la creación de un Poder Legislativo, con un sistema bicameral.
Así, surge oficialmente el Poder Legislativo en el país, que ha sufrido transformaciones y evoluciones desde entonces. Esto se debe a que desde el siglo XIX hasta finales del siglo XX, Argentina atravesó períodos de inestabilidad política.
Con el golpe de Estado y la instalación de la dictadura militar en el siglo XX, por ejemplo, el funcionamiento del Congreso Nacional fue suspendido. De esta manera, fue con la restauración de la democracia en 1983 que el Poder Legislativo que conocemos hoy volvió a desempeñar su papel.
Y ahora que entendemos su contexto histórico, veamos su estructura, funciones e importancia para la gobernanza del país.
¿Qué es y cuál es la estructura del Poder Legislativo?
El Poder Legislativo es uno de los poderes del sistema político argentino, siendo fundamental para el funcionamiento del Estado y para la democracia. Su tarea principal es elaborar las leyes del país, teniendo también otras responsabilidades como fiscalizar al Poder Ejecutivo.
En cuanto a su estructura, este poder está representado por el Congreso Nacional de Argentina, que posee un sistema bicameral. Es decir, está formado por dos cámaras: la Cámara de Diputados y el Senado de la Nación.
Los miembros de estas cámaras son representantes del pueblo argentino y cada una de ellas tiene funciones, composiciones y métodos de elección específicos. Y juntas, forman el Poder Legislativo en el país y buscan atender las necesidades de la población mediante la elaboración y aplicación de leyes.
Senado de la Nación
El Senado de la Nación es conocido como la cámara alta del Congreso Nacional de Argentina y está compuesto por 72 miembros, conocidos como senadores. El sistema de representación de los senadores argentinos funciona de la siguiente manera: Cada una de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) está representada por tres senadores, independientemente del número de habitantes.
Esta división se realiza con el propósito de evitar desigualdades entre las diferentes regiones del país. Así, hay un mayor equilibrio de poder entre las provincias más pequeñas y las provincias más pobladas.
Los senadores son elegidos por voto popular directo en cada provincia y en la CABA, para ejercer un mandato de seis años con posibilidad de reelección ilimitada. En busca de equilibrar la representatividad del pueblo argentino, el partido político que más votos recibe en la provincia obtiene dos bancas. Es decir, elige dos senadores. La tercera banca queda para el segundo partido que más votos haya recibido.
En cuanto a su estructura, el Senado tiene como su presidente natural al Vicepresidente de la República, quien tiene atribuciones administrativas pero no participa en las votaciones. Así, cada año se elige un presidente provisional y tres vicepresidentes para encargarse de organizar los debates, discusiones, votaciones y coordinar las actividades.
Para organizar su trabajo, el Senado cuenta con comisiones que abordan temas específicos, como medio ambiente y desarrollo sostenible; ciencia y tecnología; educación y cultura; industria y comercio; salud, entre otros.
En cuanto a sus atribuciones, el Senado tiene funciones legislativas, como la elaboración, revisión y aprobación de leyes en conjunto con la Cámara de Diputados, pero también realiza roles específicos.
Como la aprobación de tratados internacionales firmados por el Poder Ejecutivo y la aprobación de la designación de jueces federales y ministros propuestos por el Poder Ejecutivo.
Los senadores tienen un papel fundamental en la aprobación de proyectos de ley relacionados con las finanzas públicas, como los impuestos federales. Además, el Senado también actúa como tribunal en casos de juicios políticos acusados por la Cámara de Diputados.
Cámara de Diputados
La Cámara de Diputados es conocida como la cámara baja del Congreso Nacional y está compuesta por 257 miembros, conocidos como diputados. A diferencia del Senado, la cantidad de diputados que representan a la población argentina es proporcional al número de habitantes en cada provincia, siendo 1 diputado por cada 33 mil habitantes o fracción que no sea menor de 16,5 mil.
En este sentido, cada diputado representa una parte de la población, y las provincias más pobladas están representadas por más diputados. Son elegidos por medio del voto popular directo para un mandato de cuatro años, con posibilidad de reelección. Las elecciones se realizan cada dos años, para la mitad de los escaños de la Cámara.
Es decir, la mitad de la Cámara se renueva cada dos años, eligiendo diputados para cumplir mandatos de cuatro años. Este sistema busca garantizar una renovación constante en la representación política, permitiendo que diferentes partidos e ideas formen parte del Poder Legislativo.
En cuanto a su organización interna, la Cámara cuenta con un presidente y tres vicepresidentes, elegidos para el cargo por un mandato de un año, con posibilidad de reelección. El presidente de la Cámara de Diputados es el encargado de coordinar las sesiones y conducir los debates y votaciones.
Además, al igual que en el Senado, existen comisiones que trabajan en temas específicos de importancia nacional, como educación, salud, trabajo y seguridad social; medio ambiente y desarrollo sostenible, entre otros.
Los diputados son elegidos para legislar en nombre de las necesidades de quienes los eligieron. En este sentido, la principal función de la Cámara de Diputados es la creación y revisión de leyes, teniendo también atribuciones específicas.
Entre ellas, la aprobación del presupuesto nacional; iniciar un proceso de consulta popular para un proyecto de ley y ser responsable de fiscalizar al Poder Ejecutivo.
Funciones del Poder Legislativo
Como se ha visto, el Poder Legislativo de Argentina desempeña diversas funciones para el funcionamiento del Estado y para el bien común de la población. Así, podemos resumir sus principales funciones de la siguiente manera:
- Elaboración, revisión y aprobación de leyes: el Congreso Nacional es responsable de iniciar y aprobar los proyectos de ley en diversas áreas, incluyendo seguridad, salud, educación, medio ambiente y otros asuntos de interés nacional. Con esto, busca garantizar los derechos y deberes de los ciudadanos argentinos.
- Aprobación del Presupuesto: La Cámara de Diputados tiene el papel de analizar y aprobar el presupuesto federal, presentado por el Poder Ejecutivo. Este proceso es esencial para definir las prioridades de los gastos que el gobierno federal realizará en acciones y políticas públicas.
- Fiscalización y Control: La Cámara de Diputados también es responsable de fiscalizar al Ejecutivo, garantizando la transparencia y legalidad de las acciones de este poder en la administración pública. En casos de delitos de responsabilidad, la Cámara puede incluso llevar a cabo un proceso de juicio político contra el Presidente de la República.
- Nombramientos y aprobaciones: Los senadores tienen la función de elegir ciertos funcionarios del Estado, como los ministros de la Corte Suprema de Justicia.
- Aprobación de tratados internacionales: Los senadores tienen la función de analizar y aprobar los tratados y acuerdos internacionales firmados por el Poder Ejecutivo.
Equilibrio y separación de poderes
En Argentina, al igual que en muchas democracias alrededor del mundo, el gobierno está dividido en tres poderes distintos: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Esto ocurre porque la Constitución de la Nación Argentina valora el principio de separación de poderes, operando de manera independiente, pero con un sistema de frenos y contrapesos.
Este sistema busca impedir la concentración de poder en un solo ramo del gobierno. Es decir, cada uno debe cumplir solo sus propias funciones, sin exceder sus acciones.
Así, cada poder tiene sus atribuciones, funcionando de manera autónoma, pero interdependientes. Es decir, tienen autonomía para realizar sus funciones, pero deben cumplir la ley y no pueden cometer abusos, ya que un poder supervisa y fiscaliza al otro.
Como se mencionó, el Legislativo fiscaliza al Ejecutivo. Así, esta fiscalización se realiza de varias maneras. El Congreso Nacional puede juzgar a ministros y funcionarios del gobierno sobre sus actividades y acciones, por ejemplo.
El Poder Judicial, por su parte, tiene la responsabilidad de juzgar si las leyes creadas por el Legislativo están de acuerdo con la Constitución. En este sentido, si el Congreso Nacional elabora una ley que perjudica o restringe algún derecho fundamental, el Judicial tiene el deber de declarar esa ley como inconstitucional.
De esta manera, el equilibrio entre el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial es fundamental para garantizar el Estado de Derecho y la democracia argentina. Al prevenir abusos de poder y asegurar la rendición de cuentas, la separación entre los poderes es una pieza clave para el sistema político y para el desarrollo del país.
El papel del ciudadano al entender sobre esto
En todo en la vida, cuando tomamos decisiones y hacemos acciones conscientes, logramos obtener un mejor resultado. En el ámbito de la política, esto no es diferente. Por ello, entender sobre los Poderes de la República es importante para saber lo que hacen, para qué sirven y cuál es su relevancia.
Así, podemos elegir mejor a quienes deben representarnos en el Poder Legislativo, que desempeña un papel vital en la preservación de la democracia. Los senadores y diputados que componen este poder representan los intereses de los ciudadanos y deben crear leyes que beneficien a toda la población.
La participación política a través del voto es la principal forma en la que los ciudadanos influyen en el Congreso Nacional. Las elecciones nos permiten elegir a nuestros representantes y hacer que nuestras voces sean escuchadas en el proceso de elaboración de leyes.
En realidad, podemos participar directamente no solo a través del voto, sino también mediante la iniciativa popular, presentando proyectos de ley al Congreso. Estos proyectos necesitan un gran número de firmas para ser considerados y votados, pero funcionan como un instrumento de participación ciudadana en la elaboración de las leyes.
Con mejores leyes y con la garantía de derechos y deberes, lograremos construir una sociedad más justa e igualitaria, superando los desafíos sociales y económicos. Y para ello, es de gran importancia que todos voten con conciencia para elegir a quienes representarán al pueblo y administrarán el país.
Referências
Congreso de la Nación – El Poder Legislativo
Congreso de la Nación – Constitución Nacional
Diputados Argentina – Comisiones
RIZO, Hugo. Evolución histórica del Poder Legislativo. Fundación Konrad-Adenauer, p. 43-55, 2008.
